
Es irreverente la manera en la que acontece el tiempo, va a la velocidad que le place, con frecuencia en oposición a lo que el corazón pide, pero también es irreverente la manera en la que queremos combatir esa naturaleza de los minutos, si algo nos complace queremos que se extienda, si en cambio nos desespera, nos aburre, nos cansa, queremos que se acorte, que de paso a nuevos y mejores momentos.
Sin embargo, cada uno de los minutos, en realidad, dura exactamente lo mismo que el anterior, y que más daría sino fuese así, de cualquier manera ese sentimiento de lentitud, de estancamiento, de soledad, no desaparecería de ninguna otra forma, ni aunque inventáramos otro tiempo, ni aunque viviéramos a placer cada segmento del día.
De nada serviría alejarse de la soledad, pos ponerla o ignorarla, de nada serviría, porque cualquier intento de sanarla es siempre vano, la soledad se va a su tiempo, y es en ella, cuando las verdaderas ideas salen a luz, a una luz que aveces entre tanto barullo se pierde con facilidad, ideas que implican cambios de adentro hacia afuera, ideas que ponen de manifiesto deseos y secretos del alma, ideas que traen consigo confusión, aprendizaje, recuerdos, sensaciones, lagrimas, sonrisas de melancolía y nuevos y mejores objetivos. Es la soledad la única que puede elegir los minutos que quiere vivir, es la soledad la única que puede jugar con el tiempo, y hacer de él una medida más subjetiva aún de lo posible.
La soledad se vive, con trabajo, segundo a segundo se respira, inmersa en el cuerpo genera revoluciones en el alma, la soledad se transpira y después se exhala, trayendo un olor a un pasado que ha marcado el presente, la soledad significa el paso de nuestro existir por diferentes escenarios, por diferentes vidas, por diferentes motivos, que en su mayoría se han ido, la soledad, es una parte esencial del ser, de la identidad y de la importancia no de ser fuerte sino de sentirse fuerte, la soledad, aparece por periodos simplemente para re conectarnos con el interior y también con el exterior, cuando nos queda claro, que la soledad no debe ser temida, sino simplemente vivida como todos y cada uno de los periodos.
La soledad es la más pura manifestación del deseo de cierta compañía y de la apreciación de el presente y sus infinitas oportunidades, pero la soledad, no dura por siempre.
Tuung- beautiful and light