
Me parece que encierras un misterio, líneas que te guardas al verme, caminos en los que cambias de dirección para no toparme, sonrisas escondidas tras la amplia caída de tu pelo, pero sigues ahí, constante con esa mirada que hipnotiza y ese misterio atrapado entre las notas que me recuerdan a ti.
No quisiera olvidar ni por un solo momento a partir de ahora, esto que nace a la par de la música que me acompaña esta tarde, es ilógico e irreverente, pero surge de los más profundo del abdomen para subir hasta la garganta, cerrarla y a la vez llenar de vigor la circulación de la sangre por las extremidades, se siente como unas tremendas ganas de correr, de gritar y de enamorarse para siempre de cada uno de los segundos que le componen, de caer en un profundo sueño que no sea más que una interminable extensión de su sonido, detallada, clara y apasionada, eufórica, indescriptible, como lo soy yo al sentir lo que siento, cuando veo lo que veo.
Sólo el amor con su ciencia, lo vuelve tan inocente.
- Violeta Parra