Ahora en mi actual condición más deshinibida que nunca, en cuanto a mi flujo cerebral aclaro, un acontecimiento sin precedentes y sin dirección futura me impulsa a la escritura de cosas absurdas.
lunes, 10 de febrero de 2014
La sombra de su sombra
Queda la sombra de su sombra, que de repente sale a mi encuentro a la vuelta de la esquina, o que me toma por sorpresa un lunes por la noche.
Queda el eco de su risa, que aún a veces que me alcanza entre historias y momentos de días pasados.
Queda un dejo, uno muy leve de su aroma, que a veces me sorprende encapsulado entre los rincones de mi espacio.
Queda la última de las réplicas que causaban un escalofrío alrededor de mis pensamientos, como las ondas del sonido, o las olas del mar, como si de pronto, de la nada, se apagaran.
Queda el recuerdo, queda la historia, pero se va desvaneciendo la nitidez de su imagen, de su presencia, de su compañía. Se va desvaneciendo entre la noche, desvaneciendo cada milimétrica parte de si, para dar paso a la oscuridad en donde tal vez, finalmente se pueda explicar si será o no igual cuando nos encontremos allá, al final del horizonte.
Fitzsimmons - Find me to forgive
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