lunes, 20 de abril de 2009

hablando con la pared...

Es una pared muy curiosa, no es que sea más bonita que las demás, más alta o más gruesa, por el contrario si uno la ve de lejos no ve más que eso, una simple pared, pero la verdad es que esa pared sabe muchas cosas, algunas se las he contado yo misma, otras las ha podido deducir al observarme y escucharme, pero a fin de cuentas siempre ha estado ahí desde que la construyeron.
Algunas veces me dió mucha seguridad al alejarme de ciertas cosas, otras veces me dejaba apoyarme en ella para asomarme al mundo que estaba afuera en base a su propia experiencia, otras veces simplemente estabamos ahí cada quién en su lugar sin que nada de mayor relevancia aconteciera.
Hubo una vez en que me dí de golpes contra ella, cada quién se movía en una dirección diferente hasta que nos topamos y cada quién peleó pos sus intereses y convicciones y ese problema no se pudo arreglar más que con el tiempo, aveces aún me pregunto si de verdad se arregló.
En otra ocasión me planté frente a la pared sintiendome muy mal y después de muchas preguntas logró saber que era lo que pasaba, me escuchó y ese día lloré como hacía mucho que no pasaba.
Pensé que la pared era grandiosa, que no se movería de su lugar y que siempre que yo requiriera de ella ahí estaría, sin embargo hoy me di cuenta de que no es así.
Hoy me acerqué a la pared y estaba extraña, estaba inestable, parecía dañada por algo que desconozco, se veía débil, cansada de estar en su posición, pero no estaba dispuesta a abandonarla, le pregunté que ocurría y dijo que nada, no, esa pared no es así me dije, ¿qué pasa?, -nada-, me alejé, pensé que con el sol del mediodía se pondría bien, no fue así, la pared estaba muy extraña, se comportaba cínicamente, si yo gritaba ella gritaba, si me reía también se reía, pero parecía que yo era el objeto de su burla, ¿porqué? yo sólo intentaba ayudarla, hablé y hablé y hablé y la pared empezó a ceder, me escuchó o al menos eso creo a fin de cuentas derramó una lágrima, una sola lágrima que me demostró que las cosas no estaban bien
- Ajá lo sabía
Entendí que era lo que pasaba, supe el problema, la causa, las posibles consecuencias, supe también que era lo que tenía que hacer para restablecerse, pero se lo deje bien claro, eso dependía de ella, ¿y qué pasó?, nada, siguió con su actitud sarcástica de ironía, de completa tristeza en la mirada y se cerró ante lo que decía, no permitó que le ayudara...
No supe que más hacer, me di media vuelta y me alejé, lo único que espero es que esa pared vuelva a ser tan curiosa como lo fue alguna vez, que el futuro que le espera y que aún está en duda no sea la causa de un comportamiento como el de hoy, porque cuando algo que era tan importante para tí, se ve reducido a cenizas de sí misma, y más aún cuando no puedes hacer nada porque no te lo permite, es una frustración inmensa. Que pase lo que tenga que pasar, pero que la vida no cambie la sonrisa de mi pared....
=(

1 comentario:

  1. Esa pared quiere levantarse de las cenizas, yo la ayudaré y sé que tú también lo harás porque, por más que reniegues de ella o no entiendas lo que haga, esa pared tiene algo. Esa pared tiene miedo... mucho miedo. Porque a pesar de que estamos ahí, la pared a veces no lo siente de esa amanera y cree que cuando dé el grito de auxilio daremos la media vuelta... cree que nos iremos, que te iras.
    A lo mejor no entendamos lo que haga y talvez ni ella tenga una explicación de porqué lo hace. Sólo sé que estaremos ahi para que no se derrumbe y, si vemos que va camino a ello, trataremos de levantarla.

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