Aveces parece que las palabras y las líneas se escriben solas, como tu historia y la manera en que decidiste llevarla. En mi caso, la historia más bien parece ir tras de mi, escribiéndose al día siguiente, una vez que ya traté de comprender cómo ordenarla, aunque si quieres que te confiese algo, no soy tan buena entendiendo las cosas, ya ves lo que ha pasado últimamente. Un error tras otro, una lección tras otra y un horizonte tan vacío que ni siquiera un plan se asoma para atraerme y sin embargo, yo ahí, pensando, que al final, por algo pasan las cosas, escuchando esas canciones que te vuelven a la vida como el agua fría y sonriendo, porque de ti, me he quedado con lo bueno y lo malo, aunque me ha hecho daño, justamente anoche se ha derramado todo por el suelo de la habitación. Ahora, a dormir, que mañana será otro día y quién sabe, tal vez tenga la certeza de no acordarme de ti.
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