sábado, 25 de junio de 2011

La nobleza de la soledad...

Como uno más de los ciclos que existen, de esos innumerables ciclos que basados en la entropía dan continuidad a la realidad que coexiste con nuestros personales mundos. Como la luna, que va y viene con las semanas mostrando perfiles diferentes en el lejano cielo, como las olas del mar que crecen y decrecen, que disfrutan el viaje sólo para darse cuenta que al final se desintegrarán para volver a formar parte de ese océano que sólo les dio limitados segundos de vida propia, como los nacimientos y las muertes, las plantas que florecen, las hojas que caen, la lluvia que cae para dar vida y después se evapora con la muerte.

Así, volvemos a ser parte del todo, del gran baile del mundo al que siempre hemos pertenecido, después de vivir periodos de espejismos y la ilusión de haber cambiado el rumbo para seguir lo que creíamos haber encontrado, así nos despertamos del letargo un sábado por la tarde y nos vemos a nosotros mismos siendo lo que siempre hemos sido, retomando las bases de la búsqueda que empezamos hace años, reviviendo las ilusiones del futuro y la ansiedad del presente, nos vemos a nosotros mismos retomando la individualidad y la nobleza de la soledad, porque sólo así, entonces podremos deshacernos de ella, cuando aprendamos a apreciarla y cuando por la tarde pensamos, hoy es uno de esos días, en que yo, vuelvo a ser yo.

http://www.youtube.com/watch?v=oYEF8Tz_dkc&NR=1

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