Hoy es el último día del verano, no porque el calendario así lo marque, sino porque hoy se terminan mis vacaciones más largas de la existencia, más de tres meses de no tomar clases, cumplir con entregas, hacer lecturas, presentar examenes, visitar bibliotecas, nada, pero mañana, todo eso y con seguridad mucho más estará de vuelta, pero de una manera completamente diferente.
Nuevos maestros, nuevos salones, nuevos compañeros, nuevos problemas, un nuevo idioma, un nuevo sistema de calificar, un baño diferente, una cafetería diferente, una biblioteca enorme, nuevas fiestas, nuevas crudas, nuevos fallos y nuevos aprendizajes vienen en camino, después de 2 años o más de esperar esto, y a dos meses de estar en primera fila para ver como será, finalmente mañana empieza mi intercambio y eso me tiene sumamente emocionada ayayayayaya!
Sí, fue el verano de mi vida, conocí nuevos lugares, viajé, trabajé, conocí nuevas personas, pero también dejé atrás muchas cosas muy importantes y sobre todo personas muy importantes, todo eso hace que sea un buen verano, pero para darle el toque final, este verano aprendí a estar sola, aprendí que la vida es una interminable coincidencia, que dar es mejor que recibir, siempre, que las sonrisas hacen los días y las noches se iluminan por si mismas cuando eres capaz de prestar atención. Aprendí que con el tiempo todo cambia, que los cambios son buenos, que los cambios duelen, aprendí que vivir el momento es lo mejor, porque a fin de cuentas es lo único que tienes, así que hoy en el último día del verano de mi vida, aprenderé a dejarlo atrás y tengo que confesar que no puedo esperar a que comience el otoño, quizás, el otoño de mi vida....
:)
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