Son como un montón de cosas que van y vienen todas a la vez, que saben que han tomado el camino correcto pero que no dejan de mirar hacia atrás para evocar todas esas sensaciones vividas, que de alguna manera han sido preparación para el futuro, días felices, coincidencias de mucha importancia, momentos para recordar, siempre, a tu lado o lejos de él, pero a sabiendas que jamás me reprocharía ni una sola de las cosas que hice o dije porque siempre, en su momento fueron de los más sinceras.
Salud, por todos esos amores imposibles que nos ayudan a aprender mucho más de nosotros mismos y permanecen en el imaginario como una importante experiencia; salud por aquellos que no quisieron compartir más con nosotros y de alguna manera nos orillaron a cambiar y ser quienes hoy somos, salud porque hoy sabemos que fue lo mejor que nos pudo pasar a ambos y aún así les recordamos con el mayor de los cariños y las cómplices sonrisas.
Salud por todo lo que de principio no funciona y de final se vuelve una ilusión a la cual siempre recurrir para matar el tiempo, guardada en el alma de una persona.
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