A veces, el viento y la música se unen en una perfecta armonía, guardando entre su belleza cierta furia acumulada, cierta violencia, una entropía que se conforma por la hora del día, el momento por el que está atravesando uno en la vida, o talvez sólo por la perspectiva de ese instante, pero cuando el violín llora y el viento grita, el sentimiento de pausa llega al alma, quita por un segundo la respiración, las pupilas se dilatan sin importar que la luz no haya variado y el corazón se reacomoda para decir, todo es parte de esta vida, no todo puede ser perfecto, pero existe siempre la posibilidad de apreciarlo y respetarlo.
No hace falta encontrar patrones en el viento, la música se encargará de dirigirlo, y el mismo viento llevará la música tan lejos como ella quiera llegar.
honest music - nico muhly
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