jueves, 8 de septiembre de 2011

Para los tristemente casi felices...

Hoy tuve la increíble oportunidad de presenciar algo y la tomé, siguiendo los pasos que intentaban adelantarse a mi ritmo y llegué hasta ahí, donde la fecha y la hora había sido fijadas, pero todo era incierto.

Sin saber que la lluvia de la mañana, me guiaría a través de un montón de acontecimientos interiormente ligados entre sí, llámese coincidencia, casualidad, destino, vida o como quiera que sea, lo importante es que días como estos y noches como esta aveces son necesarias para saber, que no podemos saberlo todo, que a fin de cuentas no somos más que humanos, aunque aveces olvidemos esa magnifica condición y que todo lo que podamos lograr siempre estará basado en la comunicación.

Hoy encontré en las pequeñas gotas de agua una motivación para ir ahí y buscar lo que necesitaba, encontré en los pequeños acontecimientos del día, el sentido de mi presente, encontré en mi día la maravillosa muestra de los sentimientos traídos al plano de la realidad, encontré unos ojos que sonreían porque sabía mucho más de lo que yo podría llegar a entender hasta hoy, encontré unas palabras que se adaptaban perfectamente a la atmósfera que las envolvía, encontré un instante perfecto que valió muchas imperfecciones que le precedieron.

Encontré una conexión y aunque sé que pronto se terminará, siempre me seguirá a donde vaya, queriéndole en el recuerdo, recordándole en el corazón.


la luz de la mañana - facto delafé

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