lunes, 1 de febrero de 2010

Allá vamos...

Aunque las palabras se queman, los sonidos se escapan y los sueños se olvidan al despertar, aunque los amigos envejecen y se van, aunque la caducidad está siempre recordando que el tiempo es limitado, aun así, los recuerdos se quedan...

Cada persona debería saber que hay palabras más grandes que otras, independientemente de si las han escuchado o no, de si les gustan o no, pero sobre todo de si en verdad las viven o no...

Las memorias que tengo, cada uno de esos días, la iluminación, el punto de vista, imposibles de explicar, inimaginables por quien no sea yo, las memorias permanecen...

Las historias que escritas se convertirán en algo diferente para quien las lee, las esperanzas que emigraron a algún lugar lejano y frío, la música nueva que se convertirá en un viejo amigo, las manos que cansadas volverán a intentar expresarse, de alguna manera y las palabras que un día dije y que entonces seguirán siendo válidas, grandes, pero sobre todo verdaderas....