domingo, 21 de noviembre de 2010

no me lo puedo explicar!



Sin planes, sin reglas, sin una clara explicación, sin obtener una respuesta y sin realmente esperarla, sin que funcione y sin que se acabe, sin que los demás entiendan, sin que nosotros entendamos, sin querer entenderlo. Sin motivos para continuar, sin maneras para volver atrás, sin un sólo día que haya cambiado, sin un sólo momento en que lo hayamos deseado.

Sin pasado, sin presente y sin futuro y a pesar de todo ello, como la más poderosa representación de lo que entre tanta y tan clara confusión se promete como algo real, con una perspectiva y apreciación diferentes, qué tanto, aún no lo sabemos, pero con la seguridad de que esto, sea lo que sea no es como nada que hayamos vivido antes y eso, siempre merece la pena intentarlo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

gotas



Me acordé de por qué me gusta la música, de por qué me encanta escuchar a alguien cuando está experimentando sobre un instrumento, me acordé que caminar a las 12 pm a 5 grados escuchando tu canción favorita me hace sonreír, me acordé de por qué estoy aquí y por qué estás allá. Me acordé de tu patineta, de jugar con una caja de cartón, de las veces que me caí y me ayudaste a levantarme, también me acordé de las veces que me empujaste, algunas con éxito y otras con menos.

La manera en que sin explicarme las cosas, me enseñaste a hacerlas, la manera en que tuviste que explicarme algunas cosas y aún así no aprendí, las excesivas risas, las interminables discusiones y las pocas lágrimas. Las despedidas y los reencuentros, las llamadas por la madrugada y los mensajes de complicidad. Los domingos, de cada etapa. Los aviones de unicel de alguna de años atrás, las fracciones injustas en la comida, la complicidad silenciosa y la traición risueña.

Me acordé de tantas cosas, me olvidé también de muchas otras, pero sobre todo y a fin de cuentas me acordé de ti y mientras te pensaba, me acordé de mi y de la persona que crees que soy, de la versión de mí que tú conoces, de la manera en que me consideras alguien capaz de llegar a donde se proponga, la manera en que me entiendes, la manera en que no me juzgas y sobre todo la manera en que me recuerdas lo que realmente vale la pena, porque si bien yo lo sé, a decir verdad, en gran parte lo aprendí de ti. Aunque yo no te lo diga y tú no me hayas dicho todo lo anterior.

Por eso, hoy sé que un día, tú aprenderás algo de mí y entonces, tal vez, también recuerdes todos esos detalles, que con el tiempo, hicieron creecer y creer a tu hermana.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

un cambio más




He decidido hacer de mi mente un experimento, no porque crea que sea lo correcto, porque lo desee o porque lo merezca, sino simplemente porque sé que a fin de cuentas mi actual condición me dirige a aplicar este tipo de reacción ante lo desconocido. No sé si lo lograré, no se si servirá de algo, no sé ni siquiera si le hallo sentido, pero creo que como todo, a fin de cuentas puede ser una buena historia.

Me declaro alguien que considera la imaginación por encima, muy por encima de la inteligencia, bueno, pues trataré de hacer lo contrario, cambiaré las carreras bajo la lluvia, los estúpidos mensajes, los desvelos innecesarios, las canciones y las conversaciones repetitivas, las decisiones sin pensar, las expectativas, la admiración, las mentiras, cambio todo eso, por lo real, por ese mundo donde las cosas son como son y las palabras que salen de la boca son las que las personas realmente quieren decir, por los hechos y no lo que podría ser, cambio mi mundo, por la concepción que se supone debo tener de él, porque hasta cierto punto, no entiendo como es todavía.

Ya veremos, tal vez hasta me gusta y me quedo ahí, por siempre, sólo espero no olvidar como era ese imaginario que sacaba las palabras de las mas extrañas maneras para hacerte reír, esa concepción de que no había nada más maravilloso que tu compañía a las 2 de la mañana, o esa seguridad de que tú, pensabas lo mismo que yo, que reías porque lo entendías de la misma manera. Espero no olvidar la ilusión que cada mañana me inundaba al pensar que habría otra oportunidad para hacer una tontería que cambiara el rumbo de tu conversación, para aprender algo nuevo de ti y después poder remarcarlo para sorprenderte, para decirte una mentira y llevarla tan lejos que al final yo la creía y tú tenías que asegurarme que no eran así las cosas.

Sólo espero no olvidar lo bien que se sentía vivir en mi mundo, donde no sólo la magia existía sino que tú eras la prueba de ello.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Así es...




Si pudiera cambiar algunas cosas en la vida para hacerlas funcionar, lo haría, o eso es lo que pensé durante muchos años, hasta que entonces, la vida misma me enseño que cada detalle en cada una de las situaciones es lo que las componen y que es inútil pretender imaginarlas de una manera diferente.

No estoy diciendo que los hechos ya estén escritos, pero sí me refiero a que tienes que ir a buscar lo que quieres, con los recursos y los factores que tienes.

¿A qué viene todo esto?

Sí, así fue como comencé a escribir ayer las cosas que por mi mente pasaban, una tras otra fueron cobrando vida sobre la hoja de papel, envueltas en la atmósfera que creaba el sonido del piano y las gotas de lluvia sobre la ventana.

Los ojos cansados, las manos frías, más de lo normal, pero el corazón, viviendo. Una espera que no sabe mucho de si misma, una pregunta retórica, una mente completamente ajena a la mía, incomprensible. Una moneda en el aire.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Haciendo cuentas




Si tuviera 30 segundos, volaría, si tuviera dos minutos, escucharía mi canción favorita, si tuviera 1 hora, correría sin detenerme, si tuviera un día, lo pasaría en la playa con la gente que más amo, si tuviera una semana, viajaría y dormiría lo menos posible, si tuviera un mes, leería 4 libros y escribiría muchas cartas, si tuviera un año, compraría una cámara de vídeo y lo documentaría, si tuviera diez años, lucharía por dar una mejor vida a quienes no tienen ninguna oportunidad, si tuviera una vida, no sabría qué hacer. Pero sé que de una u otra manera se presentarían tantas y tan maravillosas situaciones que la llenarían.

El problema es que no sé cuánto tiempo tenemos y por eso no encuentro la manera de decirte que si tuviera una vida y tú tuvieras otra, elegiría pasarla a tu lado, para poder correr lo más rápido posible y emprender un vuelo interminable, a tu lado. El problema es que no se cuánto tiempo tenemos, sí, por eso aveces lo pierdo.