martes, 30 de diciembre de 2014

El arte de perder.




La lección más difícil que he aprendido, aunque en realidad todavía no acabo de entender, es que mañana: hoy habrá terminado.

Lo más increíble de la vida.
Lo que más pienso de ella.
Lo que más me confunde.
Lo que más se renueva.
La lección más difícil que debemos aprender.
Es que mañana: hoy habrá concluido.

Que las olas del mar son todas diferentes, que mientras disfrutas de ellas ya están retrocediendo. Una, tras otra, tras otra. Cada una con su magia, pero imposibles de atrapar, imposibles de contener, imposibles de entender, imposibles de  recordar tal y como fueron.


Efímero es oportunidad pero también es tristeza, dolor, lejanía, olvido.
Efímeros somos.

Dejar ser, dejar ir.

"The art of losing isn't hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is not disaster"
- Elizabeth Bishop.



domingo, 21 de diciembre de 2014

Pseudopresencia




“Una fotografía es a la vez una pseudopresencia y un signo de ausencia.” 
- Susan Sontag

Como todos quienes entran y salen de nuestras vidas, 
quienes permanecen bajo el incansable paso del tiempo, 
quienes evolucionan y quienes se niegan a hacerlo,
estamos, ellas están, ellos están, todos están sin estar.

Nos volvemos todos quienes han estado con nosotros, 
nos volvemos nosotros mismos a través de todos ellos.
Una acumulación de historias entrecruzadas a través de nuestras palabras, 
emociones, detalles, risas, lágrimas, días y noches,
Nos volvemos la suma de experiencias e intercambios que hemos tenido.

Abro el baúl de los recuerdos y me encuentro con tantos momentos indescriptibles que llenan el alma. Me siento afortunada de conocer a tantas personas increíbles, complejas, únicas, llenas de vida, de sueños, de experiencias y cicatrices. Todas y todos ustedes son hoy en mi presente, soy cada uno de nuestros encuentros y los llevo en el corazón siempre.


Supongo que esta es mi forma de decir Feliz Navidad, desde el alma.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Still human.





Tal vez tienes razón.
Tal vez soy un personaje de una buena historia.
No un buen personaje. Sino uno de esos complejos, elaborados en sus simplezas, identificables en sus debilidades, íntegros hasta que llegan los detalles que los convierten en una identidad despreciable.

Tal vez tienes razón.
Tal vez no soy humana, porque no se puede hacer lo que se hace; y decir lo que se dice; y pretender que todo vaya bien.
Tal vez no soy humana y soy algo más que no termina de estar, ni de ser.

Tal vez soy sólo el tiempo, o el río, o el lobo o el fuego.
Tal vez soy sólo razón, o falta de ella.
Tal vez soy sólo sentido común, o absoluta ausencia.

Tal vez tienes razón. Pero tal vez no. 
Tal vez soy todo lo contrario, o simplemente un punto medio.

Eso, creo que en realidad soy sólo un punto medio, en medio de una historia, en medio de una vida, en medio de un deseo, en medio de una intención, en medio de un montón de errores, en medio de la nada, en medio de la noche. 

Tal vez eso todavía es humano. Incluso, tal vez eso es humano.
Pero tal vez no, y tal vez tienes razón.

Pero aún, algo se puede festejar.
Feliz cumpleaños, Lucía.


" ... But I think I'm dying here"
Human - Daughter
https://www.youtube.com/watch?v=MbCeyb9okac


lunes, 8 de diciembre de 2014

El tiempo y el tren.




Ser tan yo, entre sueños de agua salada, atardeceres melancólicos y gratitudes infinitas inexplicables. Ser tan yo y saberlo, y saberme. Ser tan yo y estar tan aquí. Inconcebible hace cinco minutos, pero ahora, cobra forma y no podría ser de otra manera. Ser tan yo, estar tan aquí. Saberlo.

“Es la sustancia de la que estoy hecha
Es un río que me ahoga y me arrastra,
Pero yo soy el río.
Es un tigre que me destruye,
Pero yo soy el tigre.
Es un fuego que me consume,
Pero yo soy el fuego”
-JLB

Hacemos lo que hacemos sin saber bien por qué, ni para qué.
Estoy lejos, es tarde acá.
No entiendo lo que se dice, no digo lo que entiendo, no digo nada.
Me callo, lo guardo, es mío, soy yo, pero no lo dejo que me lastime.

Aun así, a veces gana la batalla y por momentos mis ojos se vuelven incapaces de sonreír.
Mis manos se vuelven incapaces de extenderse.
Me encierro en un mundo de miedos, en un horizonte inventado de desilusiones, de esperas infinitas y momentos efímeros que no dejan de sentirse inconclusos. Un horizonte medio cubierto por el río, el tigre y el fuego.

Ya no estoy al filo del vacío. Ya no puedo elegir.
Estoy cayendo y sé que en cualquier momento me voy a encontrar con un fondo frío, húmedo, oscuro, abandonado, resbaloso, aterrador.

Y es increíble, se es y se está inevitablemente en todo momento.
Es increíble pero a veces se vuelve insoportable.
Quiero no ser, quiero no estar, pienso.
Respiro la ironía, camino en calles desconocidas entre un incompleto deseo de no ser, de no estar, un hambre de categorizarse como sombra, de desintegrarse casi sin ser notado. De esfumarse en el aire y expandirse eternamente. ¿Es eso lo que sucede al final?

-          NO SOY YO QUIEN ESCRIBE ESTAS LINEAS
-          AUNQUE ÚLTIMAMENTE NO CONOZCO A NINGUNA OTRA YO.

En conclusión, parece que soy quien se entrega. Y soy también quien se arranca los labios, los ojos y los brazos para no entregarse.
Soy yo quien se pone el pie en el camino, se cae, se sacude, se levanta, sigue. Repetición infinita, Repetición infinita, Repetición infinita, Repetición infinita…
¿Y si ya no soy esa persona?, ¿y si ya no hay pases para no ser o no estar en la vida?
¿Y si al final en realidad al final no importan todas estas vueltas por que de todas formas esto es lo que soy y lo sé. Y me lo digo, y me lo cuestiono una y otra vez sólo para al final repetírmelo un millón de veces más:

-          ¡Ay, Lucía!, que bien te conoces.



(Train - Younger brother)