¿Hace cuánto tiempo que no te quedas sin
decir nada?
¿Cuántas veces en las situaciones
complejas que enfrentas has sentido la necesidad de decir: "no sé qué
decirte"?
¿Por qué nos obsesiona la palabra escrita,
los tres puntos, los monosílabos, las negativas, por qué queremos siempre tener
la última intervención?
No se trata de caer en la complejidad de “escuchar
el silencio”, de martillarnos los oídos con ese silbido incomprensible de la
ausencia de estímulos sonoros. No es cuestión de recluirse, de obsesionarse con
la imposibilidad del vacío total, para por fin encontrar ese “oculto mensaje”.
Por qué no mejor y simplemente darle su
lugar al silencio, dejarlo que ocupe el espacio que le corresponda, tan largo o
tan corto como sea necesario, que llegue y se vaya solo, con mensaje, sin
mensaje, con reflexión o sin ella, con ansiedad o con calma, que sea, que sea
en silencio lo que es ahora.
En opinión de Sabines, “las mejores
palabras de amor están entre dos gentes que no se dicen nada”.
En mi opinión:
John Cage - 4'
33''
https://www.youtube.com/watch?v=JTEFKFiXSx4
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